Edición N° 418 - Febrero 2018

James Polshek fue honrado con la Medalla de Oro AIA 2018

 
  • Centro presidencial William J. Clinton, Little Rock (2004).

  • Centro Rose para la Tierra y el Espacio en el Museo Americano de Historia Natural, Nueva York (2000).

  • Museo Nacional de Historia Judía Estadounidense en Filadelfia (2010).

  • Newtown Creek-Planta de tratamiento de aguas residuales.

  • Renovación del Carnegie Hall en Nueva York (1987).

  • Newseum / Freedom Forum, Washington DC.

 

En reconocimiento  a su enfoque profesional en el diseño, la colaboración y la investigación. “Ha sido un viaje de 55 años ... y aún no terminé”, dijo en respuesta a su victoria.

En diciembre pasado, la junta directiva del American Institute of Architects votó honrar a James Polshek, FAIA, por su liderazgo visionario, que se ha centrado en combinar la excelencia en el diseño con la investigación y la colaboración para producir una arquitectura duradera que continúa influyendo en el entorno construido.

El jurado que lo ha elegido incluyó al presidente Jonathan Penndorf, FAIA, de Perkins + Will en Washington, DC; David Greenbaum, FAIA, de Smith Group JJR en Washington, DC; Alan Greenberger, FAIA, de la Universidad de Drexel en Filadelfia; Wendy Hillis, AIA, de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans; Thierry Paret, FAIA, de la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah; Karina Ruiz del Grupo DOWA-IBI en Portland, Oregón; Moshe Safdie, FAIA, de Safdie Architects en Somerville, Massachusetts (Medalla de Oro AIA 2015 ); y Takashi Yanai, FAIA, de Ehrlich Yanai Rhee Chaney Architects en Culver City, California.

El arquitecto estadounidense se suma así a la lista de profesionales cuyos nombres se han cincelado en el muro de honor de granito en el vestíbulo de la sede del Instituto Americano de Arquitectos en Washington DC que lo nombró ganador de esta última edición del premio que se considera el más alto honor otorgado en los Estados Unidos a los profesionales de la disciplina.

Alabado por el AIA por su “visión y liderazgo sin paralelo”, Polshek ha disfrutado de fructíferas carreras tanto en área profesional como académica.

El vicepresidente ejecutivo y director general de AIA, Robert Ivy, FAIA, expresó: “James Stewart Polshek ha tenido una carrera extraordinariamente generosa: ha facultado a generaciones de estudiantes a través de la Universidad de Columbia, en la que tuvo un impacto significativo, y también a través de su práctica, que ha reunido a arquitectos talentosos y les ha permitido hacer su mejor trabajo. En su propio papel como arquitecto, crítico y maestro, ese estudio ha crecido y florecido, por lo que su legado es amplio. No es solo su trabajo de diseño individual, que es excelente, sino la generosidad de su espíritu académico que imbuyó una oficina entera e inspiró a otras personas a hacer lo mejor”.

Recibirá la Medalla de Oro durante la conferencia de la AIA, A’18, que tendrá lugar en junio próximo en Nueva York convirtiéndose en el receptor número 74 del premio otorgado anualmente a los arquitectos en reconocimiento a su legado en el campo.

 

Trayectoria

Fundador de una firma altamente condecorada, célebre por sus soluciones de diseño inspiradas en el ser humano, educador de toda una generación de profesionales del diseño y generoso espíritu creativo, James Stewart Polshek, FAIA, -nacido en 1930 en Akron, Ohio-, ha creado un legado de idealismo grabado en cada faceta de sus contribuciones a la sociedad y la profesión.

En 1947 se inscribió en el Adelbert College of Western Reserve University como estudiante de medicina. Luego comenzó a tomar una variedad de cursos, incluyendo uno de historia de la arquitectura moderna. Después decidió estudiar arquitectura y se matriculó en la Universidad de Yale donde se graduó en 1955 con una Maestría en Arquitectura.

Trabajó para IM Pei antes de comenzar su propia firma, James Stewart Polshek Architect, en 1963, la que luego pasó a ser Polshek Partnership y después de su retiro en el 2005, hizo la transición a Ennead Architects. 

A lo largo de cuatro décadas, sus empresas han abordado proyectos vitales de investigación, culturales y gubernamentales, así como proyectos mundanos, que han enriquecido las vidas de quienes los rodean.

Para Polshek, “La verdadera importancia de la arquitectura radica en su capacidad para resolver problemas humanos, no estilísticos. Un edificio es demasiado permanente e influyente en la vida pública y la comodidad personal como para ser creado principalmente como arte público”.  Abstracciones modernas o nostalgia no pueden generar ideas para estructuras de valor duradero. Solo los edificios que sirven a objetivos sociales, políticos o culturales ampliamente definidos pueden lograr esto”, filosofía de diseño que ha plasmado en Context & Responsibility, una retrospectiva de su carrera publicada en 1988.

Se desempeñó como decano de la Escuela de Arquitectura, Planificación y Preservación de la Universidad de Columbia de 1972 a 1987, tiempo en el cual se le atribuye la reinvención de la Escuela como la institución respetada que es hoy en día. “En ese momento, Columbia jugó un papel central en el debate sobre el estilo y el significado durante un período en el que la arquitectura estaba siendo cuestionada de manera fundamental. Su espíritu de colaboración llevó a una revisión completa del plan de estudios y la dirección de la escuela que, a su vez, invirtió su declive y atrajo a profesores de clase mundial”, dijo el AIA.

Polshek es atípico entre los arquitectos de alto nivel por su posición respecto de la arquitectura para quien esta disciplina es más artesanal que las bellas artes, y que los arquitectos tienen cierta medida de responsabilidad social. “Siempre he visto la arquitectura como un arte de curación, no solo como un arte de embellecimiento. Fui a la arquitectura un poco como “Peck’s Bad Boy”* pero eso me permitió ser un crítico de una manera socialmente tolerada”, alega.

Su libro Build Memory, publicado en el 2014, es una mirada a su vida en la arquitectura, en el cual revela detalles sobre la historia y el desarrollo de sus estructuras y analiza su trabajo con un enfoque en el proceso de diseñar un edificio y trabajar con los clientes para implementar su visión. 

Actualmente está jubilado aunque mantiene el título de asesor de diseño para Ennead Architects, además de desempeñarse como arquitecto comisionado en la Comisión de Diseños Públicos de la ciudad de Nueva York, nombrado por el ex alcalde Michael Bloomberg.

 

Distinciones

Es miembro del American Institute of Architects (FAIA).

En los últimos 54 años, su empresa ha llevado a cabo innumerables proyectos, con un enfoque particular en el trabajo cultural y de restauración, así como en educación, cívica y comercial.

Su visión y liderazgo incomparables le han valido innumerables galardones cosechando más de 200 premios de diseño, quince premios AIA Honor Awards nacionales y el AIA Architecture Firm Award 1992 (como James Stewart Polshek y Partners).

Es cofundador del grupo sin fines de lucro Architects / Designers / Planners for Social Responsibility.

Otros honores recibidos a lo largo de su carrera incluyen la Medalla Jacqueline Kennedy Onassis de la Sociedad Municipal de Arte y la Medalla Augustus Graham del Museo de Brooklyn por su excelencia en arquitectura, su elección a la Academia Estadounidense de Artes y Letras y su admisión en la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias, la Medalla de Oro del capítulo de la ciudad de Nueva York del AIA, el Premio de Arquitectura de la Prefectura de Osaka, Japón, la Medalla de Oro de la Architectural League of New York, y el Premio Bard, City Club of New York.

Además del título M.Arch. de la Universidad de Yale, posee un B.S. otorgado por la Case Western Reserve University, y recibió doctorados honoris causa de Pratt Institute, Parsons the New School for Design, y New Jersey Institute of Technology.

 

Obras

La firma construye predominantemente instituciones culturales, científicas y gubernamentales sin fines de lucro, con proyectos recientes que incluyen una granja en Nueva York y una escuela de leyes en Phoenix.

El arquitecto es conocido por sus obras con conciencia social. Su restauración y renovación del Carnegie Hall de Nueva York en 1987 comenzó con un plan maestro que ayudó a establecer su enfoque duradero de revitalización; una restauración completa de los detalles originales de la sala, así como la implementación de otros nuevos: iluminación, gráficos y una nueva marquesina se combinaron con una gran dosis de promoción para edificios emblemáticos amenazados por las fuerzas del mercado.

También diseñó el vidrio y terracota del Museo Nacional de Historia Judía Estadounidense en Filadelfia, una referencia a la experiencia de los inmigrantes en Estados Unidos a través de dos volúmenes entrelazados por opacidad y transparencia; el contexto histórico del museo refuerza sus esfuerzos por inspirar a personas de todos los orígenes. La sede del Newseum/Freedom Forum en Washington DC, completada en el 2008, un monumento al periodismo y la libertad de expresión que traduce en arquitectura el concepto de “apertura” a través de una enorme ventana de vidrio transparente en el corazón de la ciudad. El Centro Presidencial William J. Clinton en Little Rock, que se extiende hacia el río Arkansas, uno de sus proyectos más famosos completado en el 2004; un puente cristalino translúcido para mediar en la tensión entre la monumentalidad y la accesibilidad, un voladizo de cristal que se convierte en la metáfora de los ideales progresistas del 42° presidente de Estados Unidos. El Centro Rose para la Tierra y el Espacio, de seis pisos, en el Museo Estadounidense de Historia Natural en Nueva York, cuya esfera icónica, ubicada dentro de un cubo de vidrio, contiene el vanguardista Planetario Hayden y el teatro Big Bang, cuyo programa describe los orígenes del universo; el edificio en sí está diseñado como una herramienta de aprendizaje, como una expresión visible de la ciencia que contiene. Y la enorme planta de tratamiento de aguas residuales Newtown Creek que se ha convertido en un ícono del litoral de Brooklyn.

“Polshek ha fomentado un entorno en el que la excelencia en el diseño, la colaboración efectiva y la investigación rigurosa trabajan en conjunto para crear una arquitectura duradera”, dijo el AIA en un comunicado, agregando: “La sensibilidad de Polshek como arquitecto y su voluntad de dar crédito a los demás, ya sean sus clientes, personal o colaboradores, han ayudado a restaurar la promesa de que la arquitectura puede ser una fuerza edificante en el mundo. En todas partes donde ha trabajado, y en todos sus escritos elocuentes, ha elevado el nivel de discusión, mientras persigue un objetivo inequívoco de la arquitectura como arte de curación”.

Por su parte, sus socios expresaron: “El compromiso de Jim con el espacio cívico y la práctica de la arquitectura con un imperativo moral siempre será fundamental para nuestra práctica. Sus logros duraderos en el campo continúan inspirándonos y activándonos”.

 

El AIA y su galardón

El Instituto Americano de Arquitectos (AIA por sus siglas en inglés), que fue fundado en Nueva York en 1857 por un grupo de trece arquitectos, hoy cuenta con más de 260 capítulos en todo el mundo y más de 90.000 miembros.

El American Institute of Architects representa los intereses profesionales de los arquitectos estadounidenses.

Arquitectos eminentes son electos al College of Fellows del Instituto a los que les distingue con el título de FAIA.

La institución concede varios galardones entre los que destaca la Medalla de Oro, otorgada una vez al año por el comité nacional de directores del AIA en reconocimiento de un significativo trabajo de influencia duradera en la teoría y en la práctica de la arquitectura.

Está destinada a un profesional (vivo o fallecido), o dos, que han creado un cuerpo de trabajo arquitectónico distinguido.

Para seleccionar al o los beneficiarios de la Medalla de Oro, el jurado evalúa a cada candidato cuánto ha aportado su contribución a la arquitectura, según los siguientes criterios: si demostró gran profundidad y amplitud teniendo un efecto acumulativo en la profesión y si abordó el futuro de la arquitectura mientras honraba su tradición; áreas de especialización transcendidas o unidas; y si demostró ser ampliamente conocido por los arquitectos, diseñadores, educadores y el público por la calidad de su trabajo

En el 2014 fue entregada por primera vez a una mujer, Julia Morgan, a título póstumo, en el 2016, a una pareja, Robert Venturi y Denise Scott Brown, y en el 2017 a un afroamericano, el arquitecto Paul Revere Williams, en forma póstuma.

Los nombres de los ganadores se cincelan en la pared de la medalla de oro en la sede de la AIA en Washington DC. Algunos de ellos son Louis Henri Sullivan (póstumo), Frank Lloyd Wright, Louis Isadore Kahn,  Philip Johnson, Ieoh Ming Pei, Thomas Jefferson (póstumo), Steven Holl, Thom Mayne y Eliel y Eero Saarinen, Jean Louis Pascal, Auguste Perret, Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe, Le Corbusier, Alvar Aalto, Pier Luigi Nervi, Kenzo Tange, Marcel Breuer, Josep Lluís Sert, Norman Foster, César Pelli, Frank Gehry, Ricardo Legorreta, Glenn Murcutt, entre otros.

 

Fuentes

www.archdaily.com

https://es.wikipedia.org

www.epdlp.com    

www.dezeen.com

www.architectmagazine.com

 

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