Edición N° 433 - Mayo 2019

Noti Mandu'a

 

 

La fiscalía de París confirma que se trataría de un accidente

El organismo abrió una investigación para determinar las causas del incendio que ha destruido Notre Dame. Se iniciaron acciones para lograr donaciones para la restauración de la catedral

El incendio en la catedral de Notre Dame, en París, se inició con toda probabilidad a causa de un accidente y no hay ningún indicio de que el fuego haya sido intencionado, según ha confirmado el fiscal general de París, Remy Heitz. La investigación, que será “larga y compleja”, ha  activado a 50 investigadores.

El día después de que un infierno fuera de control arrasara la catedral gótica ubicada en el corazón de París, el pasado 15 de abril, los bomberos continuaban rociando con agua las ruinas humeantes de Notre-Dame.

Cientos de ellos combatieron durante más de ocho horas las llamas que devoraron el techo y derribaron la aguja de la catedral, de ocho siglos de antigüedad, antes de hacerse con el control de la situación, salvando las torres y los muros exteriores.

Serán necesarios estudios exhaustivos de la solidez estructural de la catedral, dijo el secretario de Estado de Interior, Laurent Núñez.

Medios franceses citan fuentes del cuerpo de bomberos que afirman que el fuego está “potencialmente vinculado” a un proyecto de restauración de 6 millones de euros en la aguja del templo y sus 250 toneladas de plomo.

Según los primeros elementos, el incendio se declaró en la parte del techo de la catedral, que estaba siendo sometida a una restauración. Las llamas afectaron en un primer momento a los aledaños de la aguja central, añadida en el siglo XIX al templo medieval.

La aguja del templo, que estaba rodeada de un andamiaje por las obras, se derrumbó devorada por las llamas que han acabado con buena parte del tejado del templo gótico.

 

Los tesoros que han sobrevivido

El rector-arcipreste de Notre Dame, Patrick Chauvet, ha anunciado que se han salvado dos de los objetos religiosos más importantes que albergaba la catedral: la Corona de Espinas y la Túnica de San Luis.

La reliquia de la Corona de Espinas corresponde a la corona que los soldados romanos colocaron a Jesús de Nazaret en la cabeza antes de su crucifixión para burlarse de él. La basílica también salvó un pedazo de la cruz en la que colgaron a Jesucristo y uno de los clavos. El otro objeto rescatado es la Túnica de San Luis, un jubón que supuestamente perteneció al Rey Luis IX (1214-1270), último monarca europeo que se embarcó en una cruzada para recuperar Jerusalén.

Algunas estatuas milenarias, como la que representa a los 12 apóstoles, 4 evangelistas y sus temidas gárgolas, también están a salvo porque fueron bajadas de la estructura de la catedral la semana pasada como parte del proceso de restauración.

Igualmente el principal órgano -había tres- aunque habrá que restaurarlo.

El gran órgano, con sus cincos teclados, sus 109 juegos (conjunto de tubos) y sus casi 8.000 tubos, es el más sobresaliente. Sobrevivió a la Revolución Francesa sin daños “gracias seguramente a la interpretación de músicas patrióticas”, según el sitio de la catedral.

Fuera de peligro está igualmente el principal de los tres rosetones, unas vidrieras que representan las flores del paraíso, que se construyeron en el siglo XIII y se renovaron en numerosas ocasiones.

 

Llamado a la solidaridad da sus frutos

El presidente Emmanuel Macron puso en marcha una “gran suscripción nacional” para que particulares puedan aportar fondos para la reconstrucción de monumento gótico. A la propuesta se sumó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, convocando a una “conferencia internacional de donantes” para recaudar fondos en la que participarían expertos.

Al momento del suceso, la presidente de la región de París, Valérie Pécresse, ya desbloqueó 10 millones de euros, mientras que el   Ayuntamiento anunció el desbloqueo inmediato de 50 millones de euros, ambos de los fondos de emergencia

El incendio destruyó parte de uno de los monumentos más emblemáticos de Francia y la llamada a la solidaridad para repararla está dando sus frutos.

Al pedido solidario se unieron el magnate francés François-Henri Pinault y su padre que donan 100 millones de euros y hacen un llamado al mundo a participar en la restauración de esta “joya de nuestro patrimonio”.

Haciéndose eco, la familia Bernard junto con su grupo de lujo LVMH (Louis Vuiton) anunció la donación de 200 millones de euros; la familia Bettencourt-Meyers y su grupo cosmético L’Oréal van a entregar 200 millones; la petrolera francesa Total promete 100 millones, la  Société Générale, JC Decaux y Apple han ofrecido cantidades entre uno y 20 millones de euros. Que ya suman más de 700 millones de uros.

 

Fuentes
www.lavanguardia.com
https://www.abc.es

 

 

 

 

Revista

Ver ediciones anteriores

Suscribete

Y recibí cada mes la revista Mandu'a

Suscribirme ahora