Edición N° 403 - Noviembre 2016

El triplete de don Paulo

 
  • Al multipremiado arquitecto en la “silla de oficina paulistano”, una evolución social de su famosa silla diseñada en 1958.

  • Capilla de San Pedro Apóstol en la ciudad Campos do Jordão (1987/89).

  • Casa en Butantã, municipio de San Pablo (1967).

  • Entre 1970 y 1974 diseña y concluye la casa que le encargara su amigo, el marchante de arte Fernando Millán.

  • Residencia Gerassi, una moderna casa construida con prefabricados de hormigón armado y pre-tensado, diseñada en 1989 y ubicada en San Pablo.

  • Centro Cultural Fiesp-Ruth Cardoso (Federación de Industrias del Estado de San Pablo), diseñado en 1996.

  • Edificio de viviendas Jaraguá en San Pablo (1984).

  • Club Atlético Paulistano. Esta obra constituyó un hecho decisivo en su carrera, ya que le da el “Primer gran premio del presidente de la República” de la Bienal Internacional de San Pablo de 1961.

  • Estadio Serra Dourada en Goiania, proyecto que data de 1975.

  • Conjunto de viviendas Zezinho Magalhaes Prado en Guarulhos, en el cual experimentan con la prefabricación para realizar viviendas populares y dignas a costes asequibles.

  • Silla paulistano, creada en 1957. Realizada originalmente para los salones del Club Atlético San Pablo, la silla tiene una estructura continua formada por una única pieza curva de acero.

  • Pabellón de Brasil para la Exposición Universal de 1970 de Osaka, Japón, 1969-1970. Es aquí donde se perfila su estética refinada y minimalista.

  • Muelle de las artes en la ciudad de Victoria, 2007.

  • Museo Nacional de coches, 2008/13, en la ciudad de Lisboa, Portugal.

  • Mube. Su construcción comienza en 1987 y dura ocho años. Es el resultado de la movilización de los habitantes de San Pablo contra la construcción de un centro comercial.

  • Museo de Arte Contemporáneo de Campinas.

  • Reforma de la Pinacoteca del Estado de San Pablo, obra destacada con el Premio Mies van der Rohe para América Latina 2002. Todas las intervenciones propuestas por el proyecto fueron yuxtapuestas y puestas en evidencia, con un sentido de “collage”.

  • Tienda Forma, en San Pablo 1987/1994. Esta tienda de objetos de diseño se construye en uno de los lados de una autopista de San Pablo.

  • Pórtico metálico concebido por Mendes da Rocha en la Plaza del Patriarca en Vale do Anhangabaú, en el centro histórico de San Pablo, 1992/2000.

 

Que sin dudas es el mejor. Y no es lisonja sino una gran verdad. El arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha, quien afirma que la arquitectura es una “sublime declaración de la dignidad humana” ha sido triplemente honrado este año con el Praemium Imperiale, la Medalla de Oro del RIBA y el León de Oro de la Bienal de Arquitectura de Venecia. 

 

Hace no mucho, este mismo año para ser precisos, Paulo Archias Mendes da Rocha, este hombre menudo pero de colosales obras fue protagonista de las páginas de Mandu’a cuando la Bienal de Arquitectura de Venecia le concedió el León de Oro (Mandu’a, edición 399, julio 2016), a la trayectoria, un tanto más atrás, en el 2006 fue por quedarse con el Pritzker, y algo más atrás, en el 2000, por el premio Mies van der Rohe de arquitectura latinoamericana por la reforma de la Pinacoteca del Estado en São Paulo. El año pasado, junto con los arquitectos Peter Zumthor y Rafael Iglesia, se sumó a la causa  del AMERICAnodelsud realizado en nuestra ciudad, participando de un conversatorio con el arquitecto Solano Benitez.

Y hoy, nuevamente vuelve a la primera plana de la revista porque ha sido doblemente galardonado: con la Medalla de Oro que otorga cada año al mejor arquitecto el Royal Institute of British Architects (RIBA); y con el Praemium Imperiale, reconocimiento a la trayectoria de profesionales del mundo de las artes que concede anualmente la Casa Imperial Japonesa y la Japan Art Association, con una dotación de 15.000.000 yenes (casi 131.000 euros), en la categoría arquitectura.

La Medalla de Oro,  que se entrega desde 1948, ha sido recibida, entre otros, por Zaha Hadid, Peter Zumthor, David Chipperfield, Ieoh Ming Pei, Álvaro Siza Vieira, Toyo Ito, Frei Otto, Rem Koolhaas, Rafael Moneo, Frank Gehry, Oscar Niemeyer, Tadao Ando, Renzo Piano, Charles Correa, James Stirling, Charles and Ray Eames yJørn Utzon.

En tanto que el Imperiale, creado en 1989, lo recibieron también arquitectos de la talla de Dominique Perrault, Steven Holl, David Chipperfield, Toyo Ito, Peter Zumthor, Rem Koolhaas, Zaha Hadid, Ieoh Ming Pei, James Stirling, Frank Gehry, Kenzo Tange,  Charles Correa, Renzo Piano, Tadao Ando, Álvaro Siza, Rem Koolhaas, Oscar Niemeyer, Frei Otto y Ricardo Legorreta, entre otros.

Con respecto a la Medalla de Oro, Jane Duncan -presidenta del Real Instituto de Arquitectos Británicos- dijo: “La trayectoria de Paulo Mendes da Rocha es altamente inusual en comparación con la mayoría de los más célebres arquitectos del mundo. Es un arquitecto con una increíble reputación internacional, aunque casi todas sus piezas maestras fueron construidas en su país natal. Revolucionario y transformador, el trabajo de Mendes da Rocha simboliza la arquitectura de los años 50 en Brasil: cruda, sólida y hermosamente [construida] en un concreto brutal”.

En respuesta, Mendes da Rocha expresó: “Después de tantos años de trabajo, es una gran alegría recibir este reconocimiento del RIBA por la contribución a toda una vida de trabajo y experimentos que han entregado al progreso de la arquitectura y la sociedad. Me gustaría enviar mis más cálidos deseos a todos aquellos que comparten mi pasión, en particular a los arquitectos británicos, y compartir este momento con todos los arquitectos e ingenieros que han colaborado en mis proyectos”.

El jurado del RIBA Gold Medal está integrado por Jane Duncan, presidenta, junto a Peter Cook, Neil Gillespie, Victoria Thornton y Sheila O’Donnell. Mendes da Rocha fue nominado por Gillespie y secundado por John McAslan.

Destacado por su estilo modernista gracias al uso audaz de materiales simples y de un profundo conocimiento de la poética del espacio, Mendes da Rocha ha consagrado totalmente su carrera a la creación de edificios y espacios guiándose por un sentido de responsabilidad hacia los residentes de sus edificios y hacia la sociedad en general.

Comenzó su carrera en la década de 1950 y fue parte de lo que entonces se consideraba la vanguardia de San Pablo, conocidos generalmente como los creadores de la arquitectura brutalista paulistana, profesionales cuyo trabajo enfatizaba una dimensión ética de la arquitectura, a menudo a través del uso de materiales y formas simples.

Entre sus obras más importantes, la mayoría en la ciudad de San Pablo, se encuentran el Club Atlético Paulistano, el Museo Brasileño de Escultura/Mube, la tienda de muebles Forma, el Museo de Arte de Campinas, la Casa Gerassi, el centro cultural Fiesp, las reformas de la Pinacoteca de San Pablo y la cobertura de la Plaza del Patriarca (2002). Aunque su carrera se desarrolló principalmente en el Brasil, su trabajo traspasó las fronteras  ya que ha diseñado el Museo del Coche de Lisboa, viviendas de promoción pública en Vallecas, Madrid, el Campus Tecnológico de la Universidad de Vigo,  y en la década del setenta fue el responsable del Pabellón Brasileño en la Exposición de 1970 en Osaka, Japón.

El atractivo de los edificios de Mendes da Rocha proviene de un entendimiento profundo de la ingeniería, potenciando el sencillo pero intenso potencial de los materiales (principalmente hormigón y acero) como instrumento para desarrollar al máximo un espacio. Su trayectoria muestra una profunda comprensión de la ubicación, historia y paisaje que rodean a un emplazamiento, entendimiento empleado en obtener una “armonía ideal entre lo interno y lo externo”.

 

Trayectoria  y proyectos

Paulo Mendes da Rocha pasó su infancia entre la ciudad de Vitória, capital del puerto de Espíritu Santo en la que nació en octubre de 1928,  y la isla de Paquetá, en medio de la Bahía de Guanabara en Río de Janeiro.

Su padre fue ingeniero y sus abuelos por parte de padre y madre ingeniero  militar y constructor respectivamente. El hecho de nacer en ese puerto de mar, donde tanto se construye, junto con los antecedentes profesionales de su familia fueron determinantes en su decisión de formarse como arquitecto.

En 1940 la familia se traslada a San Pablo, donde el padre, Paulo Menezes Mendes da Rocha, dirige la Escuela Politécnica de 1943 a 1947.

En 1954 se licencia como arquitecto en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Mackenzie de São Paulo, un establecimiento privado en el que toma contacto con profesores que le influyen notablemente, algunos por sus concepciones arquitectónicas, y otros por su postura ética ante esta materia y donde conoce a Vilanova Artigas, de quien Mendes da Rocha recibe una gran influencia.

Recién salido de la universidad se presenta al concurso del Club Atlético Paulistano en São Paulo. Lo gana, constituyendo un hecho decisivo en su carrera, ya que entra en el círculo de arquitectos más importantes, con los que comienza a relacionarse estrechamente. Se presenta a este concurso con total libertad, y de forma intuitiva, sin seguir a ninguna corriente, logra sorprender y seducir al jurado. En esta obra inicial aparecen ya los principales recursos y características del arquitecto. No se inspira en otros gimnasios ya construidos, normalmente cerrados, sino que presenta una plaza abierta, cubierta por una gran plataforma horizontal de hormigón. Esta obra, realizada en 1958, recibe el Gran Premio en la sexta edición de la Bienal Internacional de San Pablo en 1961. El jurado destaca “el ingenio de la estructura” así como la “belleza plástica” del volumen.

Tras el fallo del concurso, Vilanova Artigas lo invita a ser su asistente, y en 1960 se convierte en profesor en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de San Pablo.

Vilanova Artigas lidera el movimiento de la escuela paulista o escuela paulista brutalista, que realiza una arquitectura influida por Le Corbusier y caracterizada por el énfasis en la técnica de construcción y en la estructura, el uso del hormigón armado y una especial sensibilidad social. Participa de estos principios y similitudes aunque su adscripción a un movimiento concreto no es algo unánimemente admitido.

En 1964 diseña su propia vivienda, construida en el barrio Butanta de San Pablo, que finaliza en 1967. El edificio se proyecta con la idea de prefabricación, con una estructura modular para adaptarse a futuros cambios, aunque se construye con hormigón en el terreno.

Se trata de una etapa de gran fertilidad en la que también construye el Edificio Residencial Guaimbe, en 1964. En 1968 realiza, en colaboración con Vilanova Artigas y Fábio Penteado, el conjunto de viviendas “Zezinho Magalhaes Prado”, situado en Guarulhos, en el cual experimentan con la prefabricación para realizar viviendas populares y dignas a costes asequibles.

En 1969 la dictadura militar le prohíbe continuar su trabajo como profesor, junto a Vilanova Artigas y dos profesores más.

En esa época gana el concurso para construir el Pabellón de Brasil para la Exposición Universal de 1970 en Osaka, Japón. Tiene en cuenta para este proyecto, su simbolismo y los condicionantes del terreno, constantemente sometido a terremotos. Construye el edificio, pero en ese momento es censurado por el gobierno militar y se le prohíbe continuar, por lo que no puede participar en la exposición y abandona la ciudad sin ver el proyecto terminado. El pabellón es desmantelado al finalizar la exposición y hoy sólo se tiene acceso a él a través de fotografías de la época.

En 1970 construye en San Pablo la Casa Fernando Millán, una construcción excavada en un terreno en pendiente. También realiza el Estadio Serra Dourada en Goiania, que finaliza en 1973 y cuya estructura abierta plantea relacionarse con la ciudad.

A mediados de los ochenta, a punto de cumplir los sesenta años, Paulo Mendes da Rocha actualiza su técnica a través de nuevas preocupaciones. Conserva la coherencia de su discurso, pero añade nuevos elementos a sus obras, como los componentes metálicos, y deja de adaptar sus edificios al terreno sustituyendo esa práctica por la construcción de edificios elevados.

En este periodo se materializan obras tan brillantes como la Tienda Forma. Esta tienda de objetos de diseño se construye en uno de los lados de una autopista de São Paulo. La elevación de su planta permite al mismo tiempo el aparcamiento de vehículos bajo la misma y la exposición de los artículos, a modo de escaparate, para que sean vistos desde la autopista. El espacio de los artículos expuestos se convierte en protagonista indiscutible de la tienda, que parece una inmensa vitrina suspendida frente a la autopista.

En 1980 retoma la docencia en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de San Pablo, actividad que continuará de forma ininterrumpida hasta 1999.

En 1984 inicia la construcción del edificio de viviendas Jaraguá en San Pablo. Realiza la Capilla de San Pedro en 1987 en Campos de Jordão, un volumen escultórico que alberga una pequeña iglesia. El edificio de dos plantas, debido a la topografía del terreno y dependiendo del ángulo de visión, parece de una sola planta.

Entre 1988 y 1991 construye la Casa Gerassi, una vivienda unifamiliar en un barrio acomodado de la ciudad de San Pablo. El proyecto pretende aprovechar al máximo el terreno para las actividades de ocio de la familia, mediante la elevación del edificio, y racionalizar el proceso de construcción, llevada a cabo en tres días, a través del prefabricado.

En 1987 comienza la realización del Museo Brasileño de Escultura, finalizado en 1995. Más que un edificio este museo es un espacio urbano. Liberando el terreno crea una zona pública, que abarca las esculturas al aire libre, dejado el museo cerrado para el espacio enterrado bajo él. Una serie de plataformas guían al visitante hacia el museo interior. Una gran viga de hormigón se levanta a modo de señal del conjunto.

En 1992 proyecta la Plaza del Patriarca y el Viaducto del Chá, que realiza en parte en 2002. En la remodelación de la Plaza del Patriarca Mendes da Rocha deja patente su interés por crear espacios públicos.

En 1993 construye el Museo de Bellas Artes, y de 1993 a 1998 acomete la reforma de la Pinacoteca del Estado en São Paulo. Se trata de un edificio de estilo ecléctico italiano construido a finales del siglo XIX, en el que Mendes da Rocha interviene en 1993. El arquitecto no acomete reformas sustanciales en el exterior pero realiza una resuelta intervención en el interior del edificio. Por este proyecto recibe en el año 2000 el Premio Mies van der Rohe de arquitectura latinoamericana.

En 1996 diseña el Centro Cultural Fiesp en la planta baja de un preexistente rascacielos. La intervención en el recio edificio de estructura de hormigón armado destaca por un nuevo cuerpo de acero y vidrio que asoma a la calle en su fachada frontal y que complementa al edificio preexistente.

También realiza el proyecto Poupatempo Itaquera, inaugurado en el 2000. Se trata de una oficina de servicios integrados al ciudadano que para una afluencia masiva prevista se situó junto a un complejo de estaciones de metro, trenes metropolitanos y autobuses urbanos, en el este de San Pablo. La finalidad del servicio es ahorrar tiempo al ciudadano y construir un servicio asociado a la estación para lo cual se aprovecha una pasarela que ya existía y se utiliza como acceso a un gran volumen elevado.

Mendes da Rocha está más interesado en las infraestructuras que en edificios aislados, en un uso social de la arquitectura, entendido en el sentido de una ciudad para todos.

 

Interesado más en la ciudad que en los edificios

La arquitectura de Paulo Mendes da Rocha huye de los edificios icónicos construidos con recursos técnicos muy avanzados usados sin filtro, carentes de capacidad crítica. Su interés no se centra en los edificios sino en una ciudad construida para todos, en la que todas las viviendas son sociales. Esta idea no proviene de un socialismo cándido, sino de un pragmatismo técnico, que ayude al hombre a vivir en la ciudad. En este sentido Mendes da Rocha está interesado en la ciudad más que en los edificios como objetos aislados, en la vida en armonía con su entorno y en una naturaleza transformada.

Las obras de este arquitecto se inician con un preciso análisis del lugar y el contexto del proyecto, y el trabajo final siempre revela la identidad y el genio de su creador. Sus obras son universales y atemporales, explorando constantemente nuevas vías sin caer en lenguajes exhibicionistas o insustanciales. El arquitecto otorga una importancia esencial a la técnica. Busca, mediante el uso de elementos como el hormigón armado -en muchas ocasiones pretensado- y las estructuras prefabricadas, racionalizar la construcción. Las estructuras se evidencian, exponiéndose abiertamente y sin ornamentaciones superfluas el proceso constructivo.

En muchos casos sus obras aparecen elevadas, liberando la planta baja y ofreciendo de este modo una continuidad visual y espacial que no es entorpecida por la edificación. Los apoyos se reducen al máximo, ofreciendo una sensación de levedad. Sus proyectos además se relacionan con su entorno, en el que se integran. Este entorno, ya sea natural o urbano, no es un mero escenario sino que forma parte de la obra. Mendes da Rocha busca un nivel de excelencia independientemente de los recursos con los que cuenta el proyecto, que se materializa en construcciones honestas, racionales y accesibles a todos.

Su método de trabajo se aleja del habitual en los grandes arquitectos. Un antiguo y reducido estudio, en el que trabaja con su secretaria, alberga planos y maquetas. Colabora con diferentes oficinas a las que convoca cuando ha de trabajar sobre una propuesta, y de este modo conserva su libertad y comparte ideas y propuestas.

La trayectoria de Paulo Mendes da Rocha, a pesar de los intentos por encuadrarla en corrientes y escuelas arquitectónicas, es difícilmente clasificable y lejos de modas internacionales, ha sido una de las más rigurosamente coherentes desde sus inicios en los años cincuenta. Más que una evolución en su obra, hay una profundización y persistencia en sus principios, que se aplican con independencia de la envergadura del proyecto abordado.

Además de sus proyectos arquitectónicos y urbanos, diseñó algunos muebles. Un ejemplo es la silla de tela “paulistano”, diseñada en el año 1957. La estructura, está compuesta de una sola barra de acero doblada, y su cubierta, compuesta de cuero o algodón, que proporcionan a este sillón una ligereza estética y una comodidad incomparable. Tiene un diseño de apariencia sencilla que puede recordar a algunas de las piezas de Eileen Gray por su simple estructura en acero curvado. Es un diseño ligero, del que, si hay algo que destacar es su versatilidad. Se hizo popularmente conocida por formar parte de los salones del famoso club Atlético de São Paulo. La silla ahora se produce industrialmente por la empresa francesa Objekto.

 

Distinciones y publicaciones

Entre los premios internacionales, ha sido galardonado con la Beca de Honor del Conselho Internacional dos Arquitetos de Lengua Portuguesa, el de la Fundación Mies Van der Rohe por su proyecto de Pinacoteca de Sao Paulo,  el Gran Premio de la Presidencia de la República en la 6ª Bienal de San Pablo en 1961 por el Club Atlético Paulistano.

Fue seleccionado en el 2000 para representar a Brasil en la 7ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia. Recibió el Premio Pritzker de Arquitectura en 2006.

En Brasil, fue dos veces galardonado con la Orden del Mérito Cultural, en el 2004 y el 2013. También recibió el Troféu Apca (Asociación Paulista de Críticos de Arte) en dos ocasiones, 2012 y 2015.

Después de recibir el título de doctor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidade de São Paulo, en 1998, su contribución a la educación superior se consolida por las diferentes invitaciones a universidades internacionales como profesor ad honorem de la Facultad de Arquitectura  de la Universidad de la República del Uruguay, doctor honoris Causa, Universidade Presbiteriana Mackenzie, São Paulo 2009 doctor honoris Causa por la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina; professor emerito por la Faculdade de Arquitetura e Urbanismo da Universidade de São Paulo, USP; doctor honoris causa por la University of Architecture and Urbanism “Ion Mincu” de Bucarest; doctor honoris causa por su distinción en las artes, la ciencia, la cultura, los derechos humanos, por la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina; doctor honoris causa por la Universidad de Lisboa y doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Asunción, Paraguay. 

Fue seleccionado para el Premio Mies van der Rohe de arquitectura latinoamericana por el proyecto del Museo de la Escultura (Mube).

La obra completa de Mendes da Rocha fue ampliamente publicada en varias revistas nacionales e internacionales y también en libros.

 

 

Fuentes

http://catalogo.artium.org

www.metalocus.es

http://noticias.arq.com.mx

 

Revista

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